martes, 19 de julio de 2011

Vivir sin temor, vivir sin dolor.

En los tiempos en que flotabas plácido en el vientre de tu madre, de repente un día, sin previo aviso algo se agitó, el tambor del corazón se aceleró, su golpe se hizo mas corto, mas seco; tu espacio se estrechó y apretó . . . Ese fue tu primer encuentro con el temor, el temor de tu madre; fue allí que te lo transmitió por vez primera, tu lo aceptaste, lo hiciste tuyo y hasta quizás te hiciste adicto a el.
La paz, el goce y la dicha de tu madre fueron socavados por las dudas. La siembra maldita de culpas e incertidumbres se transmite como una epidemia, se transmiten de una a otra generación como malezas que ahogan y secan por temor. El placer es aplastado por la culpa, la alegría por la incertidumbre, tu seguridad por las dudas; y así ,esa siembra oscurece el alma interponiendose entre tu y tu felicidad.

_Pero nena, ¿estas segura?, tener un chico ahora con los problemas que hay. Con la crisis, con la droga, con el inútil de tu marido_

Con, con , con y así, una seguidilla de calamidades mayormente inexistentes, imaginarias, solo nacidas de un alma enferma de miedo. Pero aunque fuesen reales, son ajenas a ti. NO están en ti.
NO hay crisis en tu vientre. NO hay problemas en tu útero. NO HAY NADA QUE TEMER!
Y si crees tener un problema : SOLUCIONALO!, no le temas, no te paralices en la duda, actúa en consecuencia y respeta tu decisión.

Y así : _ Y bueno, ya lo hiciste; que se le va a hacer! Pobre criatura, lo que le espera... _

Culpa y desesperanza. En lugar de imaginar, crear y ensoñar un hijo sano, un hijo feliz; imaginas desde el temor, sueñas una realidad temida y no una deseada desde el amor, la paz y la seguridad.
Si estás gestando comienza a afirmar cada día la belleza, dibújalo en tu mente, en tu corazón y créalo en tu vientre.
Quita de tu vocabulario la palabra "embarazo", pues embarazo significa verguenza. En realidad estás gestando, estás por "dar a luz ". Una mujer es impecable: es libre de pecado; así fue hecho, así debe ser para que gestes sin culpa ni oscuridad, seres felices. Pues la culpa y la incertidumbre producen miedo, y a la vez el miedo a errar produce culpa, el miedo al dolor produce dudas, inseguridad, indecisión : _tengo que buscar algo que me calme_ . Pruebas y pruebas calmantes: la tele, el sexo, el dinero, lo perverso, el alcohol ... todo depende donde enfoques el miedo; si es al silencio te aturdes con ruido, pues en el silencio puedes oírte, puedes oír tu interior, y muchas veces no te gusta lo que oyes, te duele, te asusta. Le temes a la soledad y la tapas rodeándote de gente que tienen tanto miedo como tu, y así lo potencias, lo alimentas, y encima les agradeces :
_Ah, gracias!, no sabía que por aquí robaban tanto!_
_ No sabía que el sol daña la piel_,etc, etc.
A veces he oído: _ Felices los que temen al señor . . ._
Imposible! Si temes no eres feliz, si temes no eres tu, no eres espontáneo.

Como puedes dejar de sentir temor?, es simple: haz silencio en tu mente, en tu corazón, en todo tu ser. Luego mírate, observa la maravilla que eres, observa la Divinidad que hay en ti. Observa tu capacidad de adaptación, tu capacidad para cambiar, tu capacidad para superarte y sanarte.
¿Te has dado cuenta que los seres humanos podemos vivir en cualquier lugar?, en cualquier clima, pues somos parte de este planeta, todo es nuestra familia. Cuando lo aceptes, cuando te des cuenta que eres tierra, que eres agua, que eres aire y eres fuego; no habrá nada a que temerle. No temerás a ningún animal o arbusto, a la quebrada o al desierto, al río o a la montaña.
No temerás a las tormentas, al rayo, pues eres fuego. No temerás a las crecidas de un río, pues eres agua, la sientes, y debes saber donde estar, hacia donde nadar, como fluir. No puedes temer a un golpe de aire, pues eres el aire mismo.
Aprende a respetar y a sentir las formas de los elementos fuera de ti, y podrás ser respetado; podrás sentir en tu interior la cercanía de la tormenta y apartarte del camino de su mayor ímpetu. Pero si temes te paralizas y transfieres el poder a lo externo, a aquello que le temes, y así creas un dios externo y caprichoso que domina tu vida. Eso es tan tonto como soltar el volante de tu auto en un camino resbaladizo e irregular; eso te parece ilógico y suicida: pues eso estás haciendo con tu vida, soltaste el volante y le pides a Dios, al destino, a tu Maestro; que manejen tu vida por ti . . .
Toma el control de tu vida. Ya es hora. Deja de quejarte y recupera tus dones, recupera tu Divinidad. Despierta ! Festeja el hecho de estar Vivo! Disfrútate! Ama y déjate Amar . . .!